En el desarrollo de la civilización este material ha desempeñado un papel fundamental, siendo uno de los recursos naturales más antiguos empleados por el ser humano y que en la actualidad sigue beneficiándonos.
Las ventajas de la madera son muchas más que sus desventajas. Es un producto de origen natural, reciclable y renovable cuyo proceso productivo en relación a otros productos industrializados, ofrece menos residuos y requiere un bajo consumo energético.
El uso de la madera en arquitectura está en auge, especialmente en Europa. Este material se está convirtiendo en el más utilizado por muchos arquitectos, ingenieros, diseñadores y demás profesionales del sector de la construcción y decoración. Hoy en día hay casas de madera de alta calidad a un precio competitivo.
Lo que ha la impulsado a ser tendencia es la variedad de aplicaciones y la evolución de la tecnología para el uso de madera estructuralmente. Gracias a esto se puede hacer grandes construcciones con la madera, siendo un gran competidor frente a otros materiales como el acero.
Muchos de los arquitectos tratan de explorar las capacidades estructurales de la madera dura y la madera blanda. Gracias a esto, la madera nos proporciona viviendas asequibles con bajas emisiones de carbono.
La madera actúa como un incentivo que ayuda a la gestión sostenible de bosques para la producción de este material.
Hoy en día, la madera está presente en todas partes, en viviendas individuales, en las colectivas, en los edificios públicos, en las instalaciones de ocio, en las oficinas, en los comercios, etc. Y aunque su mercado más importante sigue siendo la casa individual, la rehabilitación y la extensión también ofrecen otras salidas interesantes. Si bien la densificación de los edificios existentes es necesaria para satisfacer la gran demanda de viviendas sin ceder a la expansión urbana, la flexibilidad y la ligereza de la madera pueden hacer maravillas. Las propiedades mecánicas de la madera permiten ahora construir cada vez más alto.
La técnica y ensamblaje de laminados ha abierto la puerta a que en numerosas ciudades aparezcan edificios con la madera como material fundamental y que rivalizan en elegancia, comodidad y altura con edificios de otros materiales. Hasta tal punto está teniendo éxito que existen rascacielos de madera, como el construido el año pasado en Noruega, que es el edificio más alto del mundo construido con este material: La Torre Mjösa.
La Torre Mjösa (que vemos sobre estas líneas) está en Brumunddal, a unos 140 kilómetros de Oslo. Es el edificio más alto del mundo en madera. Ha sido diseñado por el estudio Voll Arkitekter.
Sus medidas son escalofriantes, ya que con 18 pisos supera deja el récord de la máxima altura en construcciones de madera en los nada desdeñables 85,4 metros. De esta forma, se pone por delante del edificio HoHo Wien en Austria (84 metros) un proyecto de uso mixto, solo cinco pies más corto que Mjøstårnet, y el Monasterio Peri-Săpânţa en Rumania (75 metros).
Por ser un edificio de madera, la seguridad contra los incendios fue de las principales preocupaciones de sus creadores durante el proceso de diseño. Así, cuenta con todas las medidas de seguridad necesarias contra este peligro; además de un sistema de rociadores para todo el edificio, cada piso está construido con materiales capaces de resistir un incendio hasta 90 minutos el fuego antes de comprometerse estructuralmente.
La madera utilizada se conoce como Kerto LVL, un material muy respetuoso con el medio ambiente, ya que su facilidad de manejo ha permitido ahorrar muchos recursos. Si bien tanto el esqueleto como la fachada del edificio se han construido con él, las cubiertas de los pisos superiores, donde se ubican apartamentos, utilizan también hormigón, para evitar balanceo.
Se espera que una serie de nuevos rascacielos de madera surjan a partir de 2020. Y aunque Europa lidera el camino, América del Norte se está poniendo al día.
En los últimos años se ha visto una serie de llamativas torres de madera: Entre ellas se encuentran la Terrace House de 19 pisos (diseñada por el arquitecto ganador del Premio Pritzker -Shigeru Ban-), en Vancouver; y la Torre de la Tierra de Canada, ambas consideradas como las torres de madera híbrida más altas del mundo cuando fueron anunciadas.
La cooperativa Sostre Cívic ha empezado las obras para construir en el barrio de Roquetes de Barcelona el edificio Cirerers, que albergará 32 viviendas cooperativas en cesión de uso y que, con 8 plantas, será el edificio de madera más alto de España. El arquitecto Diego Carrillo ha destacado que con el proyecto Cirerers se dará un paso adelante en la innovación constructiva.
Además de grandes obras arquitectónicas, la construcción en casas prefabricadas como vivienda habitual va cobrando fuerza a medida que gana fama por este material ya que entre los prefabricados de construcción, la madera es la reina. Las antiguas casas de madera contrachapada han quedado en el pasado y ahora este tipo de construcción en madera maciza y otros modelos, están ganando terreno en un mercado que demanda nuevos tipos de viviendas sostenibles y eficientes, pero a la vez con precios adaptados a cualquier bolsillo. Y esto es debido a dos sencillas pero poderosas razones: su facilidad constructiva, que las hacen asequibles, y su auge debido a su unión con la naturaleza y beneficios ecológicos.
Existen muy buenos ejemplos de ésto en las viviendas modulares hechas con madera. Este tipo de construcciones suelen integrarse mejor con el paisaje natural y resultan de menor impacto ambiental, logrando una mejor labor forestal. Su gran belleza hace que no sea necesario añadir revestimientos y acabados concretos, abaratando de este modo los costes de la construcción.
Las casas prefabricadas de madera también pueden tener un estilo moderno, al igual que las de hormigón, el mejor ejemplo de ello es esta peculiar vivienda prefabricada de madera que se acomoda y se integra fácilmente con los árboles que tiene a su alrededor.
Las construcciones de casas de madera industrializadas actualmente se basan en sistemas de ensamblaje de laminados y paneles de madera que ya incluyen algún sistema de aislamiento térmico para ahorrar energía en climatización. La madera ya de por sí es un aislante térmico natural, que evita la transmisión de calor y frío entre el interior y el exterior de la vivienda.
Los sistemas de instalación de este tipo de casas se pueden hacer por kit de montaje o por módulos y son rápidas y de fácil instalación en el terreno preparado para su ubicación.
Pero también existe la posibilidad de que los propios propietarios decidan montar ellos mismos el kit de láminas de madera. Las casas van sin montar, pero al venir en kit con los planos e instrucciones necesarios para encajar las lamas de madera gruesa una con otras, puedes tener lista una en un plazo muy rápido.
Para cualquier tipo de vivienda prefabricada, ya sea de madera o no, hace falta tener preparado el terreno para poder instalarla. Generalmente, si se montan sobre tierra se aconseja una solera elevada que aísle la casa del suelo con bloques de hormigón, colocando la caseta sobre rastreles lineales, sobre una superficie ya nivelada. Se consigue así, elevar varios centímetros las paredes y suelos de la propia vivienda para evitar el contacto directo con la humedad del suelo.
Otro tema para tener en cuenta es la finalidad que se le vaya a dar a estas casas.
En un terreno rural debe tener claro si puede o no levantar una edificación en él. Por lo general, estas construcciones prefabricadas sirven con segunda residencia o vivienda vacacional en terrenos rurales, por lo que la mayoría de ellos no necesitan de un proyecto de arquitectura para pasar el preceptivo Código Técnico de Edificación (CTE) de obligado cumplimiento para conseguir el visto bueno de la edificación en el ayuntamiento que corresponda.
Aun así las viviendas modulares y las viviendas en kit de mayor tamaño sí que deben contar adaptaciones que cumplan con el CTE, ya que la mayoría son utilizadas como residencia habitual. No hay una normativa nacional general adaptada para este tipo de construcciones, así que depende de la normativa autonómica o local de cada ayuntamiento, aunque algunos son más estrictos en materia de edificación que otros.
Se debe tener en cuenta, que adaptar la vivienda al CTE supone un incremento en el coste final de la vivienda, ya que para las adaptaciones deben estar avaladas y certificadas con un proyecto de arquitectura y pasar los trámites burocráticos del ayuntamiento y la comunidad autónoma al que pertenezca.